La Fisioterapia en Reversa

La Fisioterapia en Reversa

LA PRÁCTICA DEL MOVIMIENTO SIN ESFUERZO.

Observa a un niño pequeño y podrás recordar como eras cuando en tu cuerpo todavía no existían inhibiciones, restricciones, tensiones y resistencias para moverte.

El niño vive su cuerpo correcta y eficientemente: expresa y comunica lo que siente y necesita, sin divisiones entre su pensamiento, sentimiento y acción. Está integrado consigo mismo.

El cuerpo del niño es transparente, no ha creado una barrera que separe su interior de su exterior, su ser de su imagen. Su comunicación es directa y franca, verdadera., sin esfuerzo. Sus músculos responden a su ser orgánico, sin censura ni crítica. Su movimiento es libre y claro, su relajación completa y la respiración profunda. No se cansa, no carga, es ligero y flexible.

Te acuerdas?

Y ahora como estás? Qué zonas ya no se mueven o duelen al hacerlo? Qué expresiones han quedado vetadas por las críticas o miedos? Que barreras tuviste que crear para sobrevivir?

La necesidad de controlar, de no mostrar, de pretender van creando una aberración en el funcionamiento corporal: en lugar de movernos para expresar quién somos, tensamos para no ser visto, para encajar, para ser aceptados. Creamos “posturas” que no corresponde a nuestra verdadera naturaleza, y por tanto nos movemos con esfuerzo, con peso, con rigidez. Eso eventualmente es causa de muchas atrofias y disfunciones.

Para revertir esos hábitos que lastiman y cansan, Marion Rosen creó el Método de Movimiento Rosen y le llamó: “Una fisioterapia en reversa”. Es decir, un trabajo corporal que recupera el movimiento natural, simple, funcional y flexible, que devuelve la amplitud y el espacio vital para funcionar correctamente en la vida. Un movimiento que libera nuestra biología apresada en la biografía!

La vida se expresa en movimiento y a la vez el movimiento es vida (Ollín): el corazón late, la sangre circula, los pulmones respiran… y así todo el organismo vivo está siempre en movimiento voluntario o involuntario. Por eso, cada zona que queda inmóvil o limitada en el cuerpo es como si estuviera medio muerta, falta de vitalidad, de oxígeno, de energía. Así, se vive a medias, con zonas sin usar. Un verdadero desperdicio!

Puedes empezar a revertir este proceso moviéndote con soltura y ligereza; recuperar el líquido sinovial de las articulaciones que se produce solo con el movimiento; volver a respirar profundamente al suavizar las capas musculares que oprimen el tórax; disfrutar de la relajación que disuelve “desde dentro” las barreras corporales ,y así ir abriendo las puertas hacia tu interior, para ser quién realmente eres, cómo eres, ni más ni menos. Tu mismo!