Testimonios

Testimonios

“Se ha suavizado todo mi interior, de tal forma que ahora siento la flexibilidad que puedo lograr consintiendo a mi cuerpo.”

Víctor, ciego por accidente hace 20 años

“Descubro que mis isquiones me dan el centro, el sacro la anchura y estabilidad, las lumbares la flexibilidad, las dorsales y costillas la posibilidad de girar y las cervicales ver de frente a la vida; mis piernas y pies me plantan en esta bendita tierra y mis brazos me permiten abrazar la vida. Descubro que para conectarme y centrarme es importante moverme, meditar en movimiento escuchar con cuidado sin juzgar La alegría me surge cuando escucho la voz en mi templo interior.”

M. Rigidez en columna.

“Me quedo muy agradecida porque me enseñaron a aceptar muchas cosas que no aceptaba de mi, pero tengo ahora la plena conciencia de que me puedo querer a mi misma con todo mis defectos y virtudes que había olvidado que tenía. Muchas gracias!”

Gaby, diversos accidentes y lesiones, 3 hernias de disco

“Desde la primera clase disminuyeron los dolores de espalda que por estrés cargaba, pero ignoraba que a través del movimiento se me iban a quitar los dolores de las articulaciones y el mal humor. En la segunda clase me di cuenta que se había aligerado lo que siempre cargaba en la espalda con pesadez y dolor. Aprendí a vivir sin dolor.”

Norma, Secretaria en urgencias de un hospital

“Comprendo el origen de algunos dolores y se que parte de mi cuerpo no lo utilizo. Creo darme cuenta que la verdadera integración del ser humano es cuerpo, mente y espíritu y debe ser total y consciente para sentir que se vive verdaderamente. Agradezco a todo y a mi por haber venido.”

Carlos, 74 años dolores crónicos en cuello y hombros

“Aprendí que algunas dolencias son reversibles a partir de ejercicios muy sencillos. Me di cuenta que algunos músculos no los usaba y esto se reflejaba en posturas defectuosas. Encontré un alivio a las molestias de las lumbares y un dia tomé conciencia que lavarme los dientes, lavar los platos o hacer las camas, eventos que requerían agacharme, ya no me dolían.”

Lalo, 73 años, dolor en lumbares

“Descubrí mucho de lo que no conocía de mi propio cuerpo, movimientos suaves, dolorosos y gustosos. Nunca lo hubiera imaginado. Los elementos del trabajo (pelotas, cojines, pared) fueron novedosos y los aprecio mucho. Muchas gracias a Dios y a mi hija Edith que me trajo.”

María Jesús, dedo en garra en pie

“Les agradezco la gran contención y cariño de este trabajo tan importante y profundo que siento indispensable para cada uno de nosotros a nivel de cuerpo, mente , espíritu y también emocional; no sólo para sanar sino para nuestra salud y bienestar. ¡Una alta recomendación!”

Christina

“En el Método Rosen las manos del terapeuta son como gotas que suavemente se deslizan y apenas tocan mi piel, y con sutiles contactos y un profundo respeto, me permiten dar cuenta de tensiones y bloqueos musculares que de pronto se transforman en nítidas sensaciones y emociones, en recuerdos y memorias dolorosos que quedaron atrapados en los laberintos del cuerpo y por lo mismo, siguen todavía aquí.

“Es un camino de encuentro con mi verdad interior, con mis necesidades más íntimas, más temidas y en ocasiones, más ocultas. Pero también es un camino hacia el encuentro de mis verdaderos anhelos, de mi vulnerabilidad, de mi fragilidad y también, de mi fortaleza. El Método Rosen es un contacto que en su sutileza y suavidad radica su fuerza. Un pequeño, diminuto toque abre a mi conciencia la unidad indivisible de mi ser: cuerpo-mente, mente-cuerpo.”

Irma Gallegos, terapeuta

“Cuando apareció el Método Rosen en mi vida encontré una nueva forma de relacionarme conmigo, con mi cuerpo. Me sorprendió que los movimientos suaves y delicados pueden llegar a lo profundo de mi alma y sentir en éste espacio la vibración de la vida fluir desde lo profundo para tocarme y establecer comunicación conmigo con mi entorno y con las personas.

“Experimento el gozo del movimiento sin expectativas, libre, liberador. Mis emociones se vuelcan ante este movimiento de vida y las acojo con la sorpresa de saber que ellas me conformar y dan forma a mi cuerpo.”

Mercedes Pérez Blanco, profesora de Hatha Yoga durante 20 años

“Para mí el Método Rosen es una concreción metodológica de la experiencia vital, movimiento-respiración. Es un estar consciente de mi totalidad , de mi cuerpo en respiración-movimiento.

“La experiencia Rosen me permitió tocarme y tocar la vivencia de la intervención quirúrgica a corazón abierto; sensibilizarme a la rigidez-miedo de la zona intervenida, darle su lugar, su tiempo- espacio, para aflorar, solo dejándome tocar.

“La reflexión es posterior y la experiencia es nueva. Nueva forma de lo ya dado: un cuerpo que respira y se mueve sin esfuerzos, sin resistencia, un cuerpo que fluye. Es un re-aprendizaje del cuerpo a partir de estructuras de movimiento simple, juguetón rítmico-melódico.

“En el movimiento-respiración ,la perfección esta ahí, en moverse respirando sin buscar la exactitud o dominio en la ejecución del movimiento; no hay técnica, solo estructuras que nos reintegran a lo ya dado, el propio cuerpo.”

Marco Vinicio Oliva, kinesiólogo, especialista en el análisis del movimiento consciente.